Turniej Tłumaczy 2017

Bolesław Leśmian
Romans

Romance
Canto un romance, porque canto, ¡soy cantante!
ella mendiga y él mendigo
de repente se amaron en la esquina de la calle,
Y no hubo en la ciudad secret o más mendicante
Se hizo de noche, de mayo
Alegre y estrellada
Hombro con hombro sentados en los escalones de una iglesia
Ella le daba con expresión de concentración
La boca para que la acariciara, el pan para que lo mordisqueara
Y así soñando, entre mordiscos, bajo el cielo de mayo
En lugar del pan, la caricia, y en lugar de la caricia el pan
Dos hambres se saciaban bajo el cuidado de la prima vera
La una pobre y la otra amante
El poeta que los veía adivinó ¿cómo se debe vivir?
Tenía dos hambres: faltaba el pan para la pobre y la no via para la
amante.

na język hiszpański przełożyła Renata Gerez


Romance
El romance canta, canta! Somos cantant es.
Ella era una memdigo, i el era un mendigo.
Se enamoraron en una esquina
Y ya no era más pobre en la mist eriosa ciudad.
Llegó una noche de mayo, alegremente estrellada.
Se sentaron – espalda con espalda – en las escaleras de la
esglesia.
Ella le da con una mirada de concentración
Acariciándole la boca, un pan para masticar.
Soñando, mastican bajo el cielo de ma yo
Alternativamente pan – con una caricia, una caricia – con pan.
Dos hambrientos bajo la atención de la primavera
Uno el hambre – el mendigo, y el segundo – el amor.
El poeta, que los ha vist o, que los ha contactado,
¿cómo deberían de vivir?
Los dos tienen hambre, pero les faltan – las niñas y el pan.

na język hiszpański przełożył Òscar Àlex Fernandez Mora


*** Un romance canto!
Un romance canto! Por qué no? Cantor soy yo!
La niña, era una mendiga – un mendigo el hombre.
Se enamoraron rápidamente en una sombría esquina,
y la ciudad no supo el secret o más que ellos.
En una noche de Mayo, noche estrellada por cierto,
se sentaron ellos tomados del brazo sobre el escalón de una iglesia.
Ella se le ofreció uno por uno, a satisfacer sus deseos,
sus labios, ahora, por caricias, ahora – pan para su boca.
Y, así soñando, se gustaron, bajo los cielos de Ma yo,
intercambiando, pan ( con besos), y besos ( con pan).
Así se apagaron los dos hambrient os, con la Primavera cobijando,
un hambriento – es su mendigo, el otro – su amante.
El observador poeta supo pues cómo debiera ser conducida la vida,
conoce a ambos hambrientos, pero
carece de él – de la niña y del pan.

na język hiszpański przełożył Gerardo Martín Báez Peña